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Ramón Medina Ortega

large_artist6Ramón Medina Ortega nació el 7 de junio de 1891 en Brihuega. Por destino profesional de su padre, a los 10 años de edad se trasladó con su familia a Córdoba, ciudad que haría suya.

Ramón Medina no fue músico profesional, sin embargo su importancia y presencia como cantor de esta ciudad, ha merecido su reconocimiento como músico y como cordobés de adopción. Sus canciones son, de cuantas se han dedicado a esta tierra, las más populares, conocidas, interpretadas y apreciadas por los cordobeses.

El primer contacto con la música le viene a Ramón Medina a través de su madre, que tocaba el piano. Con 11 años ingresó en el coro infantil de la Mezquita Catedral de Córdoba, que entonces dirigía Juan Antonio Gómez Navarro, inspirado compositor autor de un famoso “Miserere”. Las enseñanzas de Gómez Navarro fueron posteriormente extendidas en la Escuela Provincial de Música y en el Centro Filarmónico “Eduardo Lucena”, aunque nunca las puso en práctica de forma profesional ya que jamás se ganó la vida con la música, y trabajó sucesivamente en diversos oficios y variados trabajos, desde la regencia de una droguería en San Agustín a labores periodísticas en el Diario de Córdoba, para terminar dedicándose a las representaciones de productos farmacéuticos y de perfumería.

large_artist7Hacia 1949 comienzan a ser conocidas sus canciones, todas inspiradas en Córdoba, sus rincones, sus costumbres y tradiciones. Hacía sus composiciones y las ensayaba con sus amigos acudiendo asiduamente a la Peña El Limón -ubicada en la Taberna El Pancho- a la que estaba muy ligado y de la que formó parte como socio. Sus canciones continuaban las tradiciones musicales de los maestros Eduardo Lucena Vallejo, Cipriano Martínez Rücker, José Molina León, Pérez Cantero y otros. Él mismo definía la finalidad de sus composiciones como “exaltación de todo lo que formaba parte del espíritu de Córdoba”.

El patio de esta peña fue el primer escenario de las canciones que posteriormente se han divulgado como prototipo más profundo y popular del tipismo musical de Córdoba.

Entre las numerosas distinciones y reconocimientos que recibió, destacan la Medalla al Mérito de la Ciudad, la encomienda de Alfonso X el Sabio en 1955, además de numerosos homenajes populares. En 1993, casi treinta años después de su muerte, acaecida el 1 de noviembre de 1964, el Ayuntamiento de la ciudad de Córdoba en pleno, reconociendo su importancia como músico y trovador de la ciudad, le otorgó el título de Hijo Adoptivo y perpetuó su memoria con un busto instalado en la popular plaza de San Agustín. Tiene, además, dedicada una calle bajo el nombre de “Compositor Ramón Medina”, en los aledaños del típico barrio del “Jardín del Alpargate” (Padres de Gracia).

COMPOSICIONES:

La totalidad de sus composiciones, son canciones dedicadas a motivos cordobeses, cargadas de tipismo y con un intenso sabor popular y localista. Generalmente muy inspiradas y con clara exaltación de las tradiciones cordobesas en sus letras.

Gracia, vena melódica, lirismo, buen acoplamiento de letra y música, ausencia de retórica, son las características más sobresalientes de su música siempre envolvente. Son canciones que ofrecen un amplio abanico temático: Barrios y lugares típicos, tradiciones, romerías, la mujer cordobesa, el fervor religioso… en rico mosaico conformado con géneros universales como el pasodoble, el pasacalle, la marcha o la serenata, a los que impregna con ciertos aires muy cordobeses, aunque algunas de sus composiciones también tienen referencias aflamencadas como la seguidilla, las bulerías, las peteneras o el zorongo.

Canciones de carácter religioso.

  • Al Cristo de Scala Coeli.
  • La Hermandad Chiquita.
  • Ofrenda a Nuestra Señora de Linares.
  • Himno de San Álvaro.

Canciones de exaltación a la mujer cordobesa.

  • A la mujer cordobesa.
  • Nenas de San Agustín.
  • Flores en el pelo.

Dedicadas a romerías o actos romeros.

  • Camino del Santuario.
  • Cordobesita.
  • Romería de Pedroches.
  • Romería de Linares.
  • Santuario Cordobés.

Dedicadas a aspectos navideños.

  • La Cuesta del Reventón.
  • Echa vino manijero.
  • Ni ventana ni balcón.

Canciones de aspectos típicos cordobeses.

  • Ya van a la cruz de mayo.
  • Romancillo del almendro.
  • Piconero cordobés.
  • Ferialas.

Canciones dedicadas a rincones cordobeses.

  • Las Campanas de la Mezquita.
  • Arroyito de Linares.
  • Callejita de las Flores.
  • Arroyo de Corcomé.
  • Noches de mi Ribera.
  • Canción del Puente Viejo.
  • Serenata a la Mezquita.

Esta última composición – al margen de la oficialidad del Himno a Córdoba del maestro Dámaso Torres, forma junto a Noches de Córdoba de Cipriano Martínez Rücker, Fantasía cordobesa de José Timoteo y Soy cordobés de Rafael Castro, una tetralogía que representa lo más granado de la lírica cordobesa, y que son considerados como los himnos populares de la ciudad.

Referencias bibliográfica.

Córdoba en Mayo 1984; Ramón Medina y sus canciones cordobesas; autor Luís Palacios Bañuelo.

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